Reseña del disco Hux Flux de Gyllene Tider

“Hux flux” (3 de 5)

Estaba yo en una habitación de hotel una lluviosa noche de Agosto hace cuatro años, cuando me permití ponerme un poco sentimental en una reseña. Lo que vi en el Brottet fue, según la propia banda, el último concierto de la banda en territorio sueco.

Por supuesto sabía que la historia del pop está llena de estrellas que han hecho tres y cuatro giras de despedida. Pero estos chicos de Halland no son The Who, Phil Collins o Kiss. Se podía confiar en Per, Mats, Micke, Göran y Anders. Eso pensaba yo.

Además, el concierto entre los abedules se sintió agradable en el momento justo.
Sin embargo, después en el backstage, hubo un cierto arrepentimiento se habían divertido mucho juntos.

Cuando llegó la pandemic, el incansable Per Gessle después de comprarse una guitarra Bo Diddley, necesitaba llenar su tiempo con nuevos proyectos y así nació rápidamente un puñado de canciones pop guitarrero al estilo Gyllene Tider. Comprobó si los demás estaban igual de motivados para una nueva gira, y sí, todos lo estaban.

Después se suavizó el covid y se supo que se iba a hacer una película sobre la carrera de Gyllene Tider. De repente se sintió como una ocasión para un nuevo giro en la nostalgia del pop sueco ya este verano.

Ayer la banda hizo un concierto “secreto” en el hotel Tylösand en Halmstad y en una semana inician la gira, de nuevo en el Brottet.

y hoy llega el obligado nuevo disco.

Si el anterior disco “Samma skrot och korn” era relativamente ambicioso, grabado en Francia, y un intento de hacer un último disco de Gyllene Tider “maduro”, “Hux flux” es más bien once canciones espontáneas en el local de ensayo.

El álbum se ha creado en Halmstad y Harplinge, casi sin nadie involucrado de fuera de la banda.

Las canciones son una mezcla perlas nuevas y otras rescatadas del archivo de Gessle.

Es una mezcla entre el  pop con sonido Farfisa y el clásico pop. La temática es como siempre amarga: amor que no cesará, antiguo amor que florece de nuevo, amor que espera…

 Una observación ya en el último álbum fue que Gessle, cuando escribe para esta banda, en algunos lugares comenzó a cultivar una narración casi a lo Torsson. Lo que por supuesto te anima.

Aquí encontramos fórmulas como “entre canela y azúcar/él respiró hondo”. En “Har lite kärlek kvar (ocho kan resa), la persona principal “visualmente, no es nadie especial”.

La canción powerpop “Dagar att dansa” es avispada en buena manera. La canción final “Del perfekta svaret” fue escrita ya cuando Gyllene Tider existían “de verdad” en los años 80 y estaba pensada para la continuación de “Puls”, que nunca llegó cuando la banda se separó.

El primer single “Chans” es quizás la canción con el sonido más clásico  al estilo Gyllene Tider, y posiblemente la que tiene más números de entrar en el setlist de la gira.

Pero el disco, en todo su conjunto, es una buena añadida al catálogo.

Mejor canción: “Har lite kärlek kvar (ocho kan resa)”. A medio camino entre el minimalismo acústico a lo Tom Petty y quizás la canción del disco menos típica de Gyllene Tider. “Uno necesita tener también a veces una canción al estilo “Tomorrow never knows”, como dice Gessle en la nota de prensa.

Sabias que…El título “Har lite kärlek kvar (och kan resa)” es una referencia al clásico garage rock de la banda de los 60 The Sonics, “Have love will travel”. “Sanna mina ord” se llamaba primero “Sunday driver yea” y es una mención a “Day tripper” de The Beatles.

 

https://www.aftonbladet.se/nojesbladet/musik/a/LlXgnJ/gyllene-tider-hux-flux-recension

 

 

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