“Sällskapssjuk” (4 de 5)
El nuevo disco de duetos de Per Gessle es un disco fácil de amar, lleno de pop bien escrito y con raíces del folk sueco.
A nivel emocional es difícil de afrontar.
Marie Fredriksson no puede ser reemplazada. Pero Per Gessle ha sido inteligente reclutando vocalmente a Lena Philipsson como cantante en la edición de Roxette 2025.
Para nosotros, el público sueco, que tenemos una larga relación con la artista Lena Philipsson, probablemente se vea como algo en sentido inverso, al menos las primeras canciones.
Pero Lena tiene la perfecta continuidad. Ella misma ha constatado que viene de la misma escuela y mismo ideal que Marie, en que como cantante se espera que tenga una voz fuerte y enérgica para poder cantar baladas potentes. La amarán en Australia y Sudáfrica.
La idea de llamar y soltar la gran pregunta le surgió a Per después de haber grabado el dueto que da título a este disco. Un pastiche ochentero con flequillo lateral que les sienta estupendamente a ambos.
Per Gessle se mueve en terreno conocido con todas sus influencias de los 60 y los 70. No solo lo conoce, le encanta. Es pop de ciudad pequeña cerca de la costa criado en el folk.
Yo mismo aprecio que el disco se acerque más al primer disco en solitario de Gessle, de 1983, y al infravalorado “Scener” de 1985, que lo que ha hecho en solitario mucho más tarde.
Es un regreso a las raíces. John Holm. Jackson Brown. Y muchos otros sobre los que Gessle puede hablar mucho mejor que yo.
Gran parte del disco contiene duetos. Per Gessle siempre ha sido bueno escribiendo que invita a unirse otras voces. Sobre todo tiene buen olfato en cuanto a encon Telas voces adecuadas.
Cuando escucho el disco “Sällskapssjuk”, quiero escuchar también, por ejemplo, “Vandrar i ett sommarregn” de Gyllene Tider y Eva Dahlgren.
Helena Josefsson también está, por supuesto. Tiene un puesto claro en los proyectos de Per Gessle desde hace muchos años. Con su estilo hippy “happy flower” contrasta de manera efectiva con el lado pop potente de Per Gessle pero aquí ella se va al terreno folk. Uno Svenningsson se reconoce al primer segundo y contribuye a sonar un poco complicado al lado de Gessle.
Albin Lee Meldau, por el contrario, se abstiene de su habitual dramatismo y sobreactuación y se vuelve atemporal como un viejo cantante floklórico. Acompañado por la cantante de jazz Amanda Ginsburg, Per Gessle tiene el desafío de probar un terreno parcialmente nuevo.
Las canciones están escritas y grabadas con cuidado y atención. Este no es un proyecto repentino sino una auténtica artesanía de uno de nuestros mejores creadores de pop.
https://www.gp.se/kultur/musik/skivrecension/recension-per-gessle-sallskapssjuk.229864db-7a03-41c4-bd8d-cb148c5989f1