Gyllene ha crecido con Per Gessle.
No hay nada que sorprenda más a la gente que cuando digo que me gusta Per Gessle. A pesar de ser feminista, totalmente de izquierdas y vegetariana, es mi amor por Gyllene Tider lo que más obliga a defender intensamente.
Mis amigos escuchan orgullosos la música de los 80, las Spice Girls o Jöback, pero la banda de Halmstad parece ser invisible.
Gyllene Tider forma parte de mi crecimiento al igual que el mar, la Slottsjordsskolan o los Beatles. Me sé casi todas las letras de Gessle, incluso la genial pero olvidada «Min hälsning». Puede que sea el hombre al que he visto en más conciertos.
Cuando iba a primero, hicimos una actuación de «Sommartider» con ropa adecuada y pompos hemos a mano. Me llebaba el disco a todas las discotecas. Me compré el libro de rebajas y me lo leí de cabo a rabo, y cuando encontré el primer lp, me encerré en el sótano con el tocadiscos. Estuve el la cola interminable en la firma de discos en Skivlagret, y aún tengo los autógrafos enmarcados.
Se puede decir que la banda ha sido un proyecto familiar: cuando mi hermana pequeña se iba a acostar, siempre escuchaba el «Mazarin». Todas las noches durante varios años. Se lo llevaba a la guardería hasta que el papel se caía a trozos.
He llorado con «Kung av sand». He bailado con «Ljudet av ett annat hjärta», nunca he entendido de que va en «Billy» y siempre me ha gustado «Buddy Hlly».
No es que escuche cada día a Gyllene Tider. Pero si pudiera escoger, los escucharía un poco más. Quizás ponga una canción en la próxima fiesta. Aunque todos los amigos se marchen a casa.
http://hallandsposten.se/nojekultur/laten/1.1499190-gyllene-uppvaxt-med-per-gessle