Crítica en Aftonbladet y Expressen del concierto de Roxette en el «Peace & Love»

Aftonbladet (3 de 5)
Emocionante, Roxette
Quizá Roxette no coja Peace & Love con fuerza.
Pero tienen suficientes hits para dar al festival un comienzo agradable.
Hubo algún que otro arqueo de cejas cuando estuvo claro que Roxette iba a dar su único concierto sueco este año en el Peace & Love.
Roxette nunca ha sido un grupo de festivales. Este es su primer festival sueco e incluso en esta fiesta genuinamente popular, parecía una contratación un poco «errónea».
Pero no pude evitar que me gustara el agarre. Roxette tiene tantas canciones que calan hondo en tanta gente que vi delante de mis ojos como chavales de festivaleros de todas las edades quedaban boquiabiertos con «Joyride» y «Dressed for success», independientemente de si habían ido allí para ver al dúo de Halmstad o no.
Y ciertamente hay mucha gente delante del escenario principal, y probablemente haya agún arqueo de cejas. Sobretodo en «It must have been love», donde el público canta totalmente solo la primera estrofa.
Per Gessle y Marie Fredriksson piensan obviamentes que es genial dar su primer concierto en Borlänge en 21 años.
Y yo no sé si es la larga gira de éxito por todo el mundo lo que ha hecho que su banda se mueva más y más o es solo que se atreven a ensuciar el sonido un poco más cuando están en un festival de rock.
Sobretodo el guitarrista Christoffer Lundquist chirría en canciones como «The Look» y la anónima «7Twenty7» de una manera inesperada.
Y por supuesto es reconfortante ver y oír a Marie Fredriksson.
Hoy en día sus gestos son menos en el escenario y algunos tonos los coge con tranquilidad pero muy a menudo sigue cantando como pocos han cantado en este país. La presencia en «Perfect day» es una de esas rarezas que realmente se sienten en el estómago.
Pero cuántos que, de una manera u otra, tienen historia para estas canciones, y Gessle no ha tenido la suerte de crear el mismo amor profundo en la gente para Roxette que para Gyllene Tider. Lo cual, probablemente, tenga en parte que ver en que debemos compartir Roxette con el resto del mundo.
Posiblemente sea por esto que que esto jamás sea el concierto principal de todo el festival como yo creía que quizá podría ser.
O también simplemente se trate de que Roxette va un día demasiado pronto, antes de todo haya tenido tiempo de ponerse en marcha. Sea como sea: un debut en un festival digno para el dúo pop más viejo del país.

http://www.aftonbladet.se/nojesbladet/musik/rockbjornen/article15041795.ab

Expressen (2 de 5)
Roxette pertenece a un mundo desaparecido.
Ella sigue tenieno el «look».
Y él tiene la energía.
Pero Roxette no está «como en casa» en la década de 2010.
«No nos hace falta tocar en festivales», dijo Per Gessle cuando hablé con él ante el primer concierto del dúo en un festival en territorio sueco. Con esto él quiso decir y ya atraen ellos solos a un público igual de grande.
Pero yo no lo sé.
a pesar de que han entrado en el festival 27.000 personas en el momento en que Roxette están tocando, no hay aglomeración. Incluso parece qur todo el mundo tiene un par de metros cuadrados para bailar. Si alguien bailara.
Porque el dúo pop ha atraido a un público muy tranquilo. El canto al unísono del público desaparece en el intento. Y quizá también esté bien. Porque uno tiene más ganas de cantar.
Per Gessle corretea por el escenario como un niño feliz. Él invita al dedicado guitarrista Chistoffer Lundquist a un duelo de guitarras-tan peligroso como el batido de vainilla. Él bota por el escenario y sonríe. Cuando en uno de los bises por fin llega «The Look», se ve como le encanta cada na-na-na-na-na de la canción
Per se ha pintado las uñas de negro y en la banda de la guitarra está escrito Per con remaches. Es afable. Precisamente como el look duro de Marie Fredriksson: pelo blanco y uniforme de cuero, con una camiseta de The Beatles debajo.
Pero es una recopilación de canciones sobada que es soplada hasta la muerte. Claro que hay momentos álgidos, como cuando Marie Fredriksson canta las baladas «Perfect day» y «Spending my time» con muy buena voz y muy jazz. O cuando Gessle toca la popera «The big L.» junto con el sintetizador infantil.
Pero la mayoría de las canciones fracasan. «Joyride» es la canción que puso a Roxette en el mapa para mi y podía haber sido un punto altamente nostálgico. Añade que (tradicionalmente) lanzan unas 20 pelotas de playa cuando empieza la canción.
Pero es tan pesado que solo me pregunto cuándo terminará el viaje.

http://www.expressen.se/noje/musik/roxette-tillhor-en-svunnen-tid/

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